¿Pueden las máquinas crear arte?
Alex Reben es un artista y creador de robots cuyo trabajo explora la humanidad a través de la lente del arte y la tecnología. Alex desarrolló DADAGAN, un bot que aprendió a dibujar del conjunto de datos de 115,000 dibujos realizados por artistas en DADA. En la feria de arte digital CADAF presentamos una edición en papel de respuestas de algunos artistas de DADA a los dibujos de DADAGAN.
Para la ocasión, tuvimos una breve conversación con Alex.
¿Cómo describirías un GAN para los inocentes?
GAN significa Red Generativa Adversarial y es una técnica de aprendizaje automático para la generación de contenidos. Funciona mediante el uso de dos sistemas, uno que intenta generar resultados convincentes aprendiendo de un conjunto de datos y otro que juzga si el resultado es real o no. El generador continúa adaptándose para tratar de engañar al programador y, finalmente, produce resultados bastante convincentes.
¿Como artista, qué es lo que disfrutas del trabajo con esta técnica?
Los GANs son interesantes porque los resultados, aunque tienen el mismo estilo que los dibujos que los generan, casi siempre es sorprendente e interesante.
¿Qué conceptos erróneos tiene la gente sobre el arte generado por la inteligencia artificial?
La gente tiende a dar más crédito al contenido generado de lo que debiera en lo que respecta a su “inteligencia”. Es natural que las personas quieran atribuir aspectos humanos a esta tecnología.
De hecho, alguien nos preguntó: “Tengo curiosidad por saber con qué tipo de parámetros está configurado DADAGAN para que no vaya demasiado lejos, no desobedezca, ni haga nada indeseado debido a un descuido en la programación”. Citaron las reglas de Isaac Asimov para los robots, “particularmente en donde se supone que deben obedecer a su maestro”.
¿Cómo ha evolucionado nuestra idea de los robots?
En este momento la “inteligencia artificial” no es inteligente, en lo absoluto. Para problemas muy poco definidos funciona bien, pero la AGI (Inteligencia General Artificial) está bastante lejos de ser inteligente, si alguna vez se logra. Además, el sistema no es un robot en realidad, ya que no hay un componente físico. No hay forma de que interactúe con o modifique nuestro mundo.
¿Qué opinas de este conjunto de datos de DADA en particular y cómo es diferente a otros?
El conjunto de datos de DADA es muy diverso, lo que puede ser algo bueno y malo. Es bueno porque hay mucha variedad para aprender, y es malo porque es difícil “converger”. Entonces, el resultado que genera el modelo es bastante abstracto, sin embargo, esto se alínea con el espíritu de DADA.
Aún así, mucho del resultado se acerca a lo figurativo. En un espacio de tiempo relativamente corto, DADAGAN aprendió a dibujar caras y algunos seres que parecen animales. ¿Cómo te imaginas que DADAGAN puede evolucionar?
Se puede depurar más y clasificar mejor el conjunto de datos. Por ejemplo, se le puede entrenar en base a retratos o a muchas imágenes de un estilo en particular.
Es difícil no darle atributos humanos a DADAGAN, porque es fácil jugar con la idea de que está creando arte. ¿Dónde estableces los límites?
Tenemos la tendencia de ver mucho de nuestro alrededor como si estuviera vivo. Esto es parte de nuestros instintos sociales y de supervivencia. Dibujar una línea es una pregunta filosófica que se reduce a la interpretación de la vida y la conciencia de cada individuo.
En CADAF fue muy interesante ver las reacciones de las personas a nuestras “conversaciones” entre artistas y DADAGAN. Muchas personas piensan que el bot es más preciso, ya que es una máquina, por lo que suponen que el arte humano fue hecho por DADAGAN, mientras que otros detectan la mano humana con mayor facilidad, pero la mayoría está de acuerdo en que no es fácil de detectar. Allí radica el misterio.
