La Economía Invisible: El Bien Común

El arte florece en un sistema motivado por la solidaridad

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7 min readAug 19, 2020

Por Beatriz Ramos y Yehudit Mam

Parte 8 de 12

Bea creando un mural en Soho, NYC, para cubrir de arte la zona devastada por los saqueos.

Parte 7: Autoexpresión

El arte contribuye a la cohesión de la comunidad, reduce la exclusión social y el aislamiento, y hace que las comunidades se sientan más sólidas y fuertes. También enfrenta al poder con la verdad, nos hace reflexionar sobre nuestras propias vidas y desafía nuestros puntos de vista. El arte ayuda a construir y mantener democracias.

La Economía Invisible es una visión para una nueva generación de artistas que participan en la era de la información pero aún creen en la naturaleza trascendental del arte. Mientras que la financiarización del arte limita el poder del arte, la Economía Invisible apunta a liberarlo.
Dado que la tecnología en sí misma es una fuerza democratizadora, muchas empresas de arte y tecnología democratizan el arte al ofrecer todo tipo de herramientas y servicios para crear arte, exhibir obras, obtener fondos de su propia comunidad, comprar arte asequible y exhibir arte digitalmente. La tecnología de Blockchain introduce más formas de democratizar el arte al ofrecer nuevas herramientas y servicios para la desintermediación, autenticación, propiedad de arte digital, propiedad fraccionada y nuevas formas de financiar artistas.
El artículo “La muerte del artista y el surgimiento del empresario creativo”, de William Deresiewicz explora las consecuencias imprevistas de esta democratización. Deresiewicz describe un nuevo paradigma impulsado por el mercado en el que cada esfuerzo se vuelve creativo y todos son “creativos”. El artista se convierte en un emprendedor que gestiona todos los aspectos de la producción, la promoción, y las ventas de su trabajo. El público se convierte en cliente. Los colaboradores son sus contactos en las redes sociales. Las obras de arte se convierten en mercancías y bienes de consumo. Y el arte se vuelve más convencional, formulista, fácil, ansioso por complacer: más entretenimiento y menos arte. Deresiewicz piensa que esto puede significar la muerte del arte.

La pregunta que debemos hacernos es por qué, incluso con la democratización sin precedentes de la creatividad en la era de la información, el arte sigue estando fuera del alcance de la mayoría de las personas, tanto para los artistas como para todos los demás. La mayoría de las personas no se pueden dar el lujo de coleccionar arte y la mayoría de los artistas no se pueden dar el lujo de ser artistas.

Creemos que el arte no puede prosperar en un sistema que no sea capaz de estar motivado por la solidaridad.

En 2003, en un discurso, Lawrence Summers, entonces presidente de Harvard, declaró: “Todos tenemos una cantidad limitada de altruismo. Los economistas como yo pensamos en el altruismo como un bien valioso y escaso que necesita ser conservado. Es mucho mejor conservarlo diseñando un sistema en el que los deseos de la gente sean satisfechos por los individuos actuando egoístamente, y guardar ese altruismo para nuestras familias, nuestros amigos y los muchos problemas sociales en el mundo que los mercados no pueden resolver.” Viniendo de uno de los principales arquitectos de la crisis financiera de 2008, la idea de que el altruismo es un bien poco común que justifica la codicia es tan absurda como peligrosa.

En Lo que el dinero no puede comprar, el filósofo Michael Sanders escribe que “el altruismo, la generosidad, la solidaridad y el espíritu cívico no son productos que se agotan con el uso. Son más bien similares a los músculos que se desarrollan y se fortalecen con el ejercicio”.

Las investigaciones del economista conductual Dan Ariely demuestran que hacer regalos nos mantiene dentro de las normas sociales y fuera de las normas del mercado. En DADA, cada dibujo es un regalo del artista a la comunidad, así que condujimos un experimento para entender qué tipo de dinámicas el regalo motivaría en los coleccionistas. Durante el festival Rare Art Fest 2, lanzamos una colección de 42 dibujos digitales de una de nuestras conversaciones visuales más populares para que la gente los coleccionara gratis, como un regalo de la comunidad de DADA a la comunidad del arte en blockchain.

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Las normas sociales dictan que cada persona tome uno o dos dibujos para que los demás también puedan hacerlo, de la misma manera que los invitados a una cena de buffet toman en cuenta a los demás y dejan comida para que todos puedan cenar. Los 42 dibujos se agotaron rápidamente, con la mayoría de la gente tomando uno o dos, a lo mucho. Sin embargo, un coleccionista asiduo de arte de DADA se llevó 27 dibujos — más de la mitad del total.

Cuando le preguntamos qué fue lo que lo motivó, dijo que era un gran admirador de DADA y del arte digital, especialmente si es gratis. Su motivación no era acumular valor aunque él cree que algunas de estas obras tempranas de arte digital podrían aumentar de precio significativamente en el futuro, en cuyo caso, consideraría venderlas. Creemos que él colecciona arte digital porque lo ama, pero quizás el pensar que estas obras podrían valer más en el futuro cambió su mentalidad hacia las normas del mercado e incentivó la acaparación, aún si esta no fue su principal motivación.

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Resulta que solo pensar en el dinero cambia la mentalidad de las personas de las normas sociales a las normas del mercado. En un experimento descrito por Ariely, se pidió a los participantes que reorganizaran conjuntos de palabras para formar oraciones. Para el primer grupo, la tarea era formar oraciones neutrales (“hace frío afuera”); para el segundo grupo, la tarea era formar oraciones relacionadas con el dinero (“un salario bien pagado”). Los resultados mostraron que los participantes en el segundo grupo se comportaron de manera más egoísta y autosuficiente, estaban menos dispuestos a ayudarse entre sí o ayudar a otros, querían pasar más tiempo a solas, y eran más propensos a seleccionar tareas que requerían de esfuerzo individual en lugar de trabajo en equipo.

Entonces, ¿qué significa realmente la democratización del arte?

Para DADA, significa dar a las personas las herramientas y la libertad para crear arte, disfrutarlo, y coleccionarlo. Significa reestablecer el arte a su lugar legítimo en el mundo. Significa hacerlo relevante nuevamente para millones de personas, no solo para unos cuantos privilegiados. Significa alejarlo de las dinámicas tóxicas de la competencia y la escasez y volver a sus raíces comunes. Significa dar a todos en DADA el regalo de poder participar en algo más grande que ellos, ya sea haciendo, disfrutando, o adquiriendo arte.

En sistemas que funcionan bajo las normas del mercado, la gente se comporta más egoístamente. En contraste, en un sistema regido por normas sociales, la gente es más altruísta. El festival Burning Man es un experimento fascinante de arte y comunidad que funciona como una economía del don. Cada año, 80,000 personas de todo el mundo se reúnen para construir espontáneamente una ciudad en el desierto, guiadas por 10 principios: inclusividad radical, auto-suficiencia radical, autoexpresión radical, esfuerzo comunitario, responsabilidad cívica, donación, desmercantilización, participación, inmediatez, y “no dejar rastro”. Excepto para comprar hielo y café, el intercambio monetario está estrictamente prohibido. La participación en la comunidad es clave y alienta la exploración de la expresión artística y el compartir generosamente el talento de cada uno para el placer de todos. Se ha dicho que Burning Man se trata de que el ¿por qué no? abrume al ¿por qué? Posiblemente sea el lugar creativo más libre de la tierra, aunque sea por un tiempo limitado. ¿Se puede expandir más allá de los pocos privilegiados que participan?

En DADA creemos que cualquiera puede hacer arte, y si más gente lo hiciera nuestra sociedad sería más empática y cohesiva. Queremos alentar a millones de personas a hacer arte. DADA es diferente de otras plataformas en que nos centramos en el proceso creativo. Pero el verdadero poder de DADA es que hacemos esto juntos. Este sentido de alegría y vulnerabilidad colectiva crea un espacio vivo para que los artistas prosperen y el arte se fortalezca. Lo que promovemos no es que todos se conviertan en artistas, sino que todos participen en el proceso liberador de la creación artística. Al hacerlo, más personas apreciarán el arte y se conectarán con él.

Al igual que Burning Man, DADA se trata de la libertad, la autoexpresión, la colaboración creativa y de crear comunidad a gran escala. Jason Bailey escribe: “Creo que DADA está muy cerca de convertirse en la primera plataforma en desbloquear la creatividad global. Donde otros ven una simple herramienta de dibujo, yo veo la oportunidad de multiplicar por diez la creatividad del mundo y desencadenar un nuevo renacimiento global nunca antes visto.”
Así como nuestros antecesores dadaístas rechazaron la sociedad capitalista y la conformidad cultural de su tiempo, hoy rechazamos un sistema que produce la desigualdad extrema, la financiarización y mercantilización del arte, y la autocomplacencia exclusiva del mundo del arte a favor de un movimiento artístico masivo que beneficie a más personas y que esté conectado auténticamente con el mundo.

Parte 9: Colaboración Creativa

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A collaborative art platform where people worldwide speak through drawings. Building a blockchain token economy for the arts. https://dada.art

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